Hay una creciente preocupación por el impacto de las tensiones comerciales actuales.

La agenda internacional se ha visto tensionada por las medidas de la administración de Trump en relación al tema de los aranceles a los productos chinos.

Parece que se está ante un proceso de declinio económico americano, a pesar de todos sus inventos.

Todo empezó cuando el presidente de Estados Unidos proclamó en diciembre 2016, al empezar el mandato, su objetivo de "America Firs" ("América por encima de todo").

EUA utiliza la política de aranceles frente a las importaciones que provienen de China y trata de hacerlo mismo con las de México.

La globalización no respeta fronteras. Bien lo sabe Donald Trump, aunque en sus proclamas y tuits priorice los nacionalismos.

El crecimiento de la economía china ha sido exponencial, y ahora se ve a China como una amenaza real que pone en cuestión el liderazgo tecnológico de Estados Unidos.

La economía global está un paso más cerca de la guerra comercial total si Estados Unidos implementa su amenaza de poner aranceles al resto de importaciones.

No es casualidad que Trump esté imponiendo estas medidas proteccionistas de forma repentina, sino que es parte de una serie de eventos más generales.

Hasta hace algunas décadas EE.UU. era el principal productor de ambos insumos industriales, pero el crecimiento de otros países, especialmente China, lo han ido desplazando de esa posición.

Esta guerra comercial chino americana puede llegar a afectar al funcionamiento de las compañías tecnológicas de todo el mundo.

A Trump le preocupa mucho que las empresas chinas adquieran un liderazgo tecnológico.

El retorno al endemismo recurrente de la Guerra Fría entre EEUU-Rusia marcarían el inicio del ocaso de la economía global.