Profesor Titular de Derecho Administrativo de la Universidad de Granada. Especialista en Organización territorial, Gobierno local y Formación para el ingreso en la Función pública. Presidente del CLUB DE LA CONSTITUCIÓN de Granada, Foro y Observatorio crítico de la constitucionalidad.
Como un problema recurrente, como un fatal sino del ser político de España, como un asunto congénito e irredento, aparece de nuevo la llamada -hace tiempo- 'cuestión territorial', aquella que a principios del siglo pasado corría en paralelo a otro problema al parecer hoy resuelto: la 'cuestión obrera'.
Tras los varios intentos en la época contemporánea de alcanzar un modelo estable de organización territorial del Estado español (provincialismo, 1812; federalismo, 1873; mancomunidades provinciales, 1913; región autónoma del Estado integral, 1931; centralismo, 1939; regiones y nacionalidades, 1978), cuando todos creíamos que la respuesta ampliamente descentralizadora y autonomista de la Transición plasmada en la Ley Política de 1978 iba a colmar las ansias de autogobierno de ciertos territorios de España, he aquí que, a los 35 años de vigencia del Estado de las Autonomías territoriales, el problema del acomodo constitucional de algunos territorios integrantes de la Nación española resulta todavía una asignatura pendiente, un problema abierto, y, desde el punto de vista político, algo todavía por resolver.