viernes, 29 de marzo de 2024
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Purificació González

​La ONU premia las biofactorías de Aguas Andinas en Chile por favorecer la salud planetaria

Periodista

Aguas Andinas, en Chile, ha impulsado un cambio de paradigma transformando tres depuradoras de agua de Santiago en “biofactorías”. Un nuevo enfoque para las depuradoras basado en la economía circular que convierte las aguas residuales en nuevos recursos naturales, en energía limpia. Por esta razón de entre 600 proyectos mundiales éste ha sido premiado por la ONU en la categoría de salud planetaria.


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Carolina Schmidt, Ministra de Medio Ambiente de Chile junto con el Director General de Aguas Andinas, Narciso Berberana, recogiendo el galardón de la ONU


En palabras de Narciso Berberana, director de Aguas Andinas,"el premio a esta biofactoría es muy relevante porque fue reconocida en la categoría de salud planetaria, en la categoría de salud, no en ninguna que tenga que ver con el agua.  Y fue reconocida por las mejoras en las condiciones de salud y del propio entorno medioambiental. La biofactoría de Aguas Andinas fue premiada en salud planetaria entre más de 600 postulantes de todo el mundo, y de estos, se eligieron a 15 y uno de ellos fue "Aguas Andinas y las Biofactorías" por salud plantearía y por la lucha contra el cambio climático". Cada avance de la humanidad en materia científica, requiere primero de una ruptura con la tradición, con las viejas maneras de pensar y con los anteriores modelos de conocimiento. El poder del cambio de paradigma, es exponencial porque supone engrandar nuestra mirada y comprensión sobre el funcionamiento del mundo.


Las biofactorías en el sector del agua constituyen un nuevo concepto energéticamente autosuficiente y consiguen reutilizar el agua regenerada para usos agrícolas, urbanos, industriales y ambientales.


LAS BIOFACTORÍAS DE CHILE, ÚNICAS EN EL MUNDO


Berberana recuerda que "Aguas Andinas gestiona principalmente el agua en la región metropolitana de Santiago de Chile. Somos una compañía que tiene la gestión del ciclo integral del agua desde los embalses hasta la reutilización del agua para cerca de 9.000.000 de habitantes en Chile.  Y allí hubo la oportunidad de decidirnos o bien por una situación de continuidad respecto de la gestión de las plantas de tratamiento de aguas residuales o crear un concepto nuevo integrando basado en la economía circular y el desarrollo sostenible. Optamos en el Consejo de Administración ( el directorio) por llevar adelante el proyecto innovador de la biofactorías. Somos los creadores de las biofactorías en el mundo”.


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Para este directivo, principalmente,  la diferencia entre una planta depuradora y una biofactoría es el concepto. Es decir, “una planta depuradora tradicional trata el agua residual y la lleva a unos límites paraméticosdonde está ya no resulte perjudicial ni para el medio ambiente ni para la salud. El concepto de biofactoría es contrario, significa pensar en cómo retomas los recursos, los residuos que provienen de la ciudad y los transformas en recursos: en energía limpia, los transformas en aire limpio, los transformas en agua regenerada o los transformas en fertilizante. Ese es el concepto diferencial. Las depuradoras son el tratamiento y las biofactorías son gestión avanzada y sostenible de los residuos”.


EL USO DE LA  ECONOMÍA CIRCULAR ABARATA LOS COSTES DE MANTENIMIENTO E INVERSIÓN


En este sentido, Narciso Berberana habla de la necesidad de tener conciencia híbrida, trabajar en la dirección de la economía circular implementando innovaciones como las biofactorías que sobre la practica suponen "un cambio total de paradigma desde que se inventó la ingeniería  que ha basado su filosofía en el tratamiento de las aguas residuales para evitar enfermedades y ayudar a la salud de los ciudadanos. Por el contrario el concepto de biofactoría cambia radicalmente esa idea de la ingeniería sanitaria tradicional porque lo que hace  no es tratar el agua residual sino que su objetivo es transformarse en una fábrica de generación de recursos. Entonces ya no hay un tratamiento residual sino lo que hay es una planta generadora de energía, generadora de fertilizante, de agua limpia, pero no hay ya tratamiento, eso desaparece”.


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Con este modelo, se genera agua limpia para el riego. Se tratan lodos que se usan como fertilizantes en la Agricultura. Se genera energía en forma tanto de biogás  como de  electricidad. Es decir, este modelo también genera ingresos.  “Ese es el cambio de paradigma que tenemos en tantos entornos- afirma Berberana. Primero hay que asimilar bien los costes. Si consideramos que la contaminación es gratis que contaminar un medio acuático o el campo es gratis no hay nada que hacer. Pero si partimos del hecho de que contaminar no es gratis. El tratamiento del agua residual tiene un coste y los residuos en general también. Y dicho coste se compone por un lado de las inversiones y por otro de la operación y mantenimiento. Con el cambio de visión de la biofactoría consigues un ahorro en la parte de operación y mantenimiento, la generación de nuevos recursos compensan sobradamente el incremento de la necesidad de inversión inicial. Construir una instalación para generar energía eléctrica tiene un coste inicial pero luego los costes de mantenimiento con respecto a una planta de tratamiento tradicional y una biofactoría son muy inferiores y además generan ingresos con los recursos que se crean. En este 2019 el 94% de los días del año la planta ha sido autosuficiente, es decir, no ha necesitado nada de energía. Es autosuficiente con los recursos que genera. Entonces el ahorro es evidente con respecto a un consumo. Un ahorro del 94%”.


UN MODELO REPLICABLE A NIVEL MUNDIAL A TRAVÉS DE LA COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA


El modelo de biofactorías de Aguas Andinas en Chile es un modelo 100% replicable en cualquier lugar del mundo. Y Naciones Unidas en su reconocimiento a esta empresa de gestión del agua lo tuvo muy en cuenta. Porque como explica el director de Aguas Andinasnos premiaron precisamente porque era un modelo extremadamente replicable. Le llamaron faro. Somos el faro en el que se pueden reflejar otros modelos que se pueden replicar exactamente. Esta es la potencia del modelo, que se puede replicar en cualquier parte del mundo.  Y para eso se requiere cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 17, que es establecer alianzas público-privadas y con la sociedad civil. Eso es lo que viene recogido en el ODS número 17. Para que se pueda hacer en cualquier parte del mundo es imprescindible que exista esta alianza público-privada-civil”.


LAS BIOFACTORÍAS CUIDAN DE LA BIODIVERSIDAD Y MEJORAN LA CALIDAD DE VIDA DE LAS COMUNIDADES CON LAS QUE CONVIVEN


Con respecto a las biofactorías, hay además dos elementos que son igual de importantes. El primero tiene que ver con el impacto en la Biodiversidad, es decir, se recuperan espacios naturales que se estaban perdiendo por una gestión deficiente de los residuos. Y el segundo es el tremendo impacto social que tiene.

Para el director de Aguas Andinas,  el impacto social es primordial en este modelo. De hecho, según Narciso Berberana, una de las condiciones para poder crear biofactorías es establecer los acuerdos con las comunidades que conviven con estas infraestructuras . Y ese es un cambio descomunal de paradigma porque pasan de ser vecinos de una factoría a generar un tejido industrial alrededor. Muchos de los proveedores son de quilómetro cero y están trabajando para la industria que tenemos. No es el concepto antiguo de Responsabilidad Social, estamos hablando de crear oportunidades, de mejorar la calidad de vida de las comunidades que son vecinas. Y esto es sumamente relevante y Naciones Unidas tuvo, muy en cuenta, este parámetro a la hora de dar el premio”.


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Lo más importante en Chile, para Berberana "es ver como comunidades muy desprotegidas, con dificultades, se han transformado en empresarios. Por ejemplo la Sra. Rosa es una mujer  de la comunidad más próxima a la biofactoría y ahora es una empresaria que ha contratado a otros trabajadores porque ha instalado una lavandería industrial. Y la mejor de las noticias es que nosotros hemos pasado a ser un cliente más, no somos su cliente exclusivo. Es decir, la biofactoría de Aguas Andinas ha generado una industria que han generado servicios para otras industrias de la zona. Se genera un tejido de colaboración, social e industrial. Se ha generado un valor compartido con las entidades del entorno.  Esto para mí es extremadamente importante”. 

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