El sistema español de pensiones está entre los más seguros de la Unión Europea de 25 miembros. En concreto, se ubica en el octavo puesto del ranking, elaborado por la consultora Aon, que aconseja a España aumentar la tasa de actividad entre los trabajadores de 55 y 64 años y fomentar los planes privados entre los particulares.
Dinamarca es el alumno aventajado a la hora de evaluar la sostenibilidad de los sistemas de pensiones de la UE-25. Pero junto a los daneses hay otros cinco países (Estonia, Irlanda, Letonia, Holanda y Reino Unido) que tampoco tienen tensiones en sus sistemas de pensiones.
Así lo indica el ranking elaborado por la consultora multinacional Aon, que ha evaluado la salud de los sistemas públicos de pensiones en la UE-25, usando un barómetro que incluye cuatro parámetros: la estructura demográfica, la cuantía de las pensiones públicas, la viabilidad financiera del sistema y el peso de las pensiones privadas. En este listado, al grupo de los más aplicados les sigue un segundo, encabezado por Suecia y España, cuyos sistemas de pensiones no atraviesan problemas, no se prevé que los tengan a medio plazo y, en caso de necesitar reformas, éstas no deberán ser demasiado drásticas.
Así el sistema público de pensiones de España queda situado en el octavo puesto de los veinticinco, tras ascender un peldaño en esta clasificación respecto a 2005.
De los cuatro parámetros estudiados, el mayor peligro que se detecta para España es la presión demográfica. Atendiendo sólo a esa problemática, España cae al puesto 17 de los Veinticinco.
Sin embargo, el factor que mejores perspectivas presenta el sistema español es el referido a la cuantía de las pensiones públicas, ya que el modelo de cotizaciones y pensiones topadas, esto es limitadas, 'hace que la viabilidad de las pensiones sea muy cómoda para un futuro', según explicó el director de Aon Consulting en España, Jorge García-Perrote.