Según informaba recientemente Jesús Villar Rodríguez, secretario general de la Federación Agroalimentaria de CC.OO, en la Comisión de Agricultura del Congreso, la economía sumergida alcanza hasta un 90% en algunas provincias.
El sindicalista ha explicado a los diputados los resultados de un estudio que, con el nombre de DELCA, ha realizado Comisiones Obreras, cruzando datos de fuentes oficiales desde 2003 para detectar qué estaba ocurriendo en cada una de las campañas, superficie provincial en hectáreas por cultivo, número de jornales requeridos por cultivo, hectárea y año, y porcentaje de trabajo por cultivo que es asalariado y de campaña frente a la agricultura autónoma.
Del estudio se desprende que el dato más alto de economía sumergida se da en los cítricos en Valencia, con un indicador del 0,90, siendo 1 el valor máximo, equivalente al 100% de la actividad. En Murcia el trabajo negro en el campo es del 0,49, en Huelva del 0,32 y en Huesca del 0,29. También detecta que cuanto más corta e intensiva es la campaña más economía sumergida se da. "Si dura menos y hay más mano de obra disponible, se da un mayor abuso", recalca Villar Rodríguez.
De hecho, según datos de la Seguridad Social, en el primer semestre de 2013 se han dejado de declarar 13,66 millones de jornadas, a pesar de que no se han registrado circunstancias meteorológicas extraordinarias (sequía, inundaciones?) ni cambios tecnológicos que justifiquen la caída. De hecho -según el autor del estudio- ha habido mucha más producción y lo que ocurre es que hay una economía sumergida galopante que hay que combatir.