El Campeonato Mundial de Fútbol Rusia 2018 inicia su andadura el 14 de junio, dentro de una gran expectativa de quién será el nuevo soberano de la Copa FIFA. El Mundial Rusia 2018, dentro de un gran acto cultural, musical, y de gran despliegue publicitario acapara la atención del mundo gracias a la magia de la televisión, se calcula que más de 3.000 millones de personas siguieron con atención el inicio de ese magno evento deportivo, en todos los rincones de la tierra.
Así es la confluencia de las grandes transnacionales del quehacer económico de diversas ramas económicas como patrocinadores de este evento futbolístico, en su ruta a Rusia 2018. Empresas de televisiones norteamericanas como ESPN o la FOX Sports, Europeas, latinoamericanas como Univisión y asiáticas, buscan un espacio para transmitir este evento. Empresas de confección de ropa deportiva de gran trayectoria como Adidas, Nike, Umbro y Puma Sport, patrocinaron a los distintos equipos mundialistas. Empresas en el área en las telecomunicaciones y la informática, empresas como Cannon, Hewlett Packard, transnacionales mundiales de comida rápida, como Mc Donald’s, o bebidas como Coca Cola, Budweiser, apoyaron también este evento, entre otros.
Podríamos nombrar instituciones financieras, tarjetas de crédito como Mastercard, que es uno de los patrocinadores más importantes, que confluyen en un monumental movimiento de dinero. Con el desarrollo de las telecomunicaciones y la informática, será un poderoso imán para captar nuevos clientes en mercados en el futuro.
Se habla con mucha propiedad de un hecho donde la globalización económica y financiera se manifiesta de la manera más concreta, antes, durante y después de finalizado el evento.
Las redes de las empresas multinacionales tienen un rol importantísimo para el éxito económico de este evento deportivo. El fútbol es hoy una industria de servicios de entretenimiento y esparcimiento globalizado, genera más de 400.000 millones de dólares.
Indudablemente este deporte se ha convertido en un hecho global, no sólo por su divulgación a través de los medios modernos de comunicación social, sino además, porque su práctica tiene un bajo costo.
En ese sentido, tomemos el ejemplo de Brasil, donde este deporte es una industria consolidada de entretenimiento sobre la cual el Estado, mediante una política de incentivo, masifica y potencia sus diversas categorías de selecciones infantiles y juveniles, para crear una estupenda estructura organizacional de desarrollo deportivo.
Como expresábamos antes, en el caso particular brasileño hay una intensa vinculación entre las empresas estatales y privadas, convirtiéndose así en una sólida organización con fuerte apoyo financiero. El peso de la industria del Fútbol en Brasil, de acuerdo a los expertos ronda alrededor de 1.5% del PIB. No debemos olvidar el soporte de los medios de comunicación social, en especial la prensa escrita y de la televisión: Periódicos como O Globo, Jornal do Brasil, Folha de São Paulo, Lance; televisiones como O Globo, Red Bandeirantes, Manchete, SBT; conjuntamente con empresas como Petrobrás, Telebrás, Brahma, Itaú, Banco Excel, Banco do Brasil, Guaraná Antartica, entre otras, que, apoyadas en la experiencia del roce internacional (5 títulos mundiales) y en una tradición de más de 100 años, unidas a unas condiciones innatas del jugador brasileño; lo hacen el deporte de mayor arraigo popular. Realmente, este deporte es una verdadera máquina de servicios de esparcimiento y entretenimiento, tanto desde el punto de vista deportivo, como turístico.