El modelo sueco ha sido referente universal del estado de bienestar. Con profundas raíces históricas, alcanzó su plenitud en los años posteriores a la segunda guerra mundial y luego, como consecuencia de la crisis económica, ha sido sometido a revisión, aunque manteniendo en cualquier caso sus fundamentos.
Se discute si el estado de bienestar sueco surgió en los años 30 o se remonta a finales del siglo XIX, antes de que los socialdemócratas accedieran al poder. En 1847 y 1853 Suecia aprobó leyes de ayuda a los pobres y en 1898 fue fundada la Confederación de Sindicatos Suecos (LO), cuyo papel fue decisivo en la creación del estado de bienestar. Incluso el partido liberal, que naturalmente se resistía a las mejoras sociales, comenzó ya en 1913 a desarrollar servicios sociales. Se aduce también que estos avances proceden de una cultura del igualitarismo y la cooperación surgida de las pequeñas aldeas que integraban el país, que se industrializó relativamente tarde.