Reino Unido ha votado a favor de dejar el club europeo ¿Y ahora qué? He aquí tres modelos como alternativa a la pertenecía a la UE.
Una de las cosas más llamativas de esta campaña ha sido la falta de discusión sobre las diversas alternativas a la pertenencia a la UE. En Bruselas y otras capitales de la Unión, los responsables políticos han elaborado planes de contingencia en caso de la salida británica.
Lo más probable es que los socios de Reino Unido le ofrezcan tres posibilidades: el modelo noruego del Espacio Económico Europeo (EEE); el modelo canadiense de un acuerdo de libre comercio (ALC), y las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La UE no quiere conceder a Gran Bretaña tratados bilaterales como los que tiene con Suiza, porque considera que el modelo suizo no funciona (en 2014, los suizos votaron en un referéndum contra la libre circulación de los trabajadores comunitarios, y es posible que, como consecuencia, pierda el acceso al libre mercado). Tampoco va a proponer el modelo turco, en el que el Reino Unido permanecería en la unión aduanera y tendría que adoptar los aranceles externos de la UE (los líderes de la Unión suponen que los británicos no querrían tener este modelo, que les quitaría la libertad de negociar sus propios acuerdos comerciales).
La mayoría de los economistas opina que, de los tres modelos propuestos, el noruego sería el menos perjudicial. Mantendría a Gran Bretaña apartada de las políticas agrarias y pesqueras de la UE, así como de su unión aduanera, pero dentro del mercado único. Es decir, debería obedecer las leyes del mercado único (incluidas las normas del mercado de trabajo), sin tener voz ni voto sobre ellas, hacer aportaciones sustanciales al presupuesto de la UE y aceptar la libre circulación de trabajadores. La Cámara de los Comunes, de mayoría europeísta, seguramente preferiría el EEE, igual que la City, dado que la práctica del llamado passporting, que permite a los bancos regulados en Londres hacer negocios en toda la UE, continuaría.
La opción más probable es el modelo de Canadá
Al parlamentario británico Owen Paterson, que ha apoyado el Brexit, el EEE le parece atractivo. Lo mismo opina el eurodiputado Daniel Hannan, aunque lo ve como un acuerdo provisional, para reducir al mínimo los trastornos mientras se negocia un ALC. Sin embargo, la obligación de aceptar la libre de circulación haría que a cualquier Gobierno británico post referéndum le sería difícil seguir el ejemplo de Noruega.