martes, 19 de marzo de 2024
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Sindicatos

En este número

Federico Durán López. Catedrático de Derecho del Trabajo. Garrigues Abogados.

Sin cambios drásticos, no. Si las organizaciones sindicales siguen instaladas en la dinámica reivindicativa y sindical de las décadas pasadas, el declinar será inevitable.
Juan Torres López. Doctor en CC. Económicas y Empresariales

La implantación de las políticas neoliberales, desde hace ahora casi treinta años, ha estado vinculada muy directamente con la continua disminución del poder sindical y se ha basado en gran medida en provocar la máxima desconfianza de los trabajadores hacia los sindicatos.
Enrique García Echegoyen. Profesor Asociado de Derecho Laboral de la Universitat Abat Oliba

Los sindicatos se definen como las asociaciones de trabajadores para la defensa y promoción de sus intereses económicos y sociales. 
 

Begoña Marugán Pintos. Profesora de la Universidad Carlos III de Madrid

El destino del sindicalismo está unido al del trabajo, pero ¿De qué se habla cuando se menciona el trabajo? Básicamente el trabajo salariado, olvidando una cantidad ingente de trabajo no retribuido que el sindicalismo debería defender si quiere contribuir a crear una sociedad más justa.

Magdalena Nogueira Guastavino. Catedrática de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Universidad Autónoma de Madrid.

Se lleva diciendo hace ya tiempo que los sindicatos" son una especie de dinosaurio en vías de extinción". Pero cabe cuestionarse si, como especie en extinción, los sindicatos deben ser protegidos institucional y estatalmente mediante la creación de "reservas jurídicas" (como la representatividad, por ejemplo), si deben evolucionar por sí mismos y adaptarse a los nuevos tiempos para sobrevivir, o si, directamente hay que dejarlos morir.

Miguel Martínez Lucio. La Universidad de Manchester

La mayor movilidad del capital y la aparición de políticas para facilitar una gama más amplia de opciones de organización disponibles para la gestión en materia de cuestiones laborales es visto por muchos de haber sido un cambio en la regulación de empleo por parte del Estado y los trabajadores organizados a través de la negociación colectiva. Las continuas amenazas de las empresas que se marcharán a las economías nacionales menos regulados, el cambio hacia nuevos tipos de trabajo basada en los servicios, con una tradición más débil de la regulación, la movilidad más desorganizado de los trabajadores dedicados a las formas más vulnerables de trabajo en términos de sus derechos, y el inicio de nuevas formas de comunicación y la tecnología que crean formas menos controlables -desde el punto de vista de los trabajadores- significa que el equilibrio de poder aparece muy a favor de las empresas.
Bernadette Ségol. Secretario General de la Confederación Europea de Sindicatos (CES)

Los próximos meses Europa se verá enfrentada con una serie de problemas. Durante demasiado tiempo, los ciudadanos y los trabajadores europeos han reclamado por la justicia social, el diálogo social y la solidaridad que se coloquen el centro del escenarioen el momento de tomar decisiones. 
Pere J. Beneyto. Doctor en sociología y profesor de la Universidad de Vale

Recientes episodios de malas prácticas han deteriorado gravemente la imagen de los sindicatos y puesto en cuestión sus legítimas funciones de negociación (el caso de los EREs en Andalucía) y representación institucional (las tarjetas opacas de Caja-Madrid). 
Julian Ariza Rico. Sindicalista

Desde hace ya bastantes años el sindicalismo viene actuando a la defensiva y perdiendo efectivos. Esta situación no es uniforme y se observan variaciones favorables en algunos países, aunque son la excepción en un marco donde la tendencia general es de deterioro de sus capacidades reivindicativas y de respuesta a las agresiones que en las condiciones laborales y de derechos sociales sufren la mayoría de los trabajadores. 
Milagros Fernandez. Periodista.

Su nombre procede del griego syndikos (hacer justicia) y su finalidad es defender y promover los intereses de los trabajadores frente a los empresarios. En 1829, el dirigente obrero de origen irlandés Doherty creaba el primer sindicato del algodón de implantación nacional en Gran Bretaña.
Francisco Cabrillo. Catedrático de la Universidad Complutense. Director del Colegio Universitario Cisneros

Los sindicalistas están tristes. Dicen que la opinión pública es en exceso crítica con ellos; y algunos hablan incluso de un auténtico linchamiento por parte de los medios de comunicación y -lo que es aún más preocupante para ellos- por parte de la propia sociedad española. Pero los escándalos que han protagonizado en los últimos años hacen muy difícil que puedan ofrecer una imagen digna a sus compatriotas. Sin necesidad de mirar al pasado, baste señalar que, en estos momentos, está pendiente de resolución un asunto tan grave como el fraude de los ERE en Andalucía; y a esto han venido a unirse, en las últimas semanas, el turbio asunto de las tarjetas de crédito de Caja Madrid -en el que hay sindicalistas relevantes implicados- y el extraño caso del líder del sindicato minero de Asturias, que apareció un día en un banco con fajos de billetes con un valor de un millón cuatrocientos mil euros, que nadie se explica cómo ha conseguido. Hasta ahora se pensaba que la lucha sindical no es -o no debería ser- tan rentable.
Pedro Larrea. Licenciado en Derecho por la Complutense y en Ciencias Económicas y Empresariales por UCD

El modelo sindical hoy vigente se consolida en 1945. El asociacionismo libertario había fracasado políticamente y el movimiento comunista europeo, seguidor de las consignas de la Tercera Internacional emanadas de Moscú, debía proceder a liquidar sus estrategias de asalto violento al poder, limitándose al uso de las vías parlamentarias y políticas, como ya venían haciendo las organizaciones socialistas. Se rescató entonces como alternativa el estilo de sindicalismo unionista y no revolucionario, por adaptarse mejor al nuevo escenario surgido a la conclusión de la Guerra.
Carmen P. Flores. Periodista

Los sindicatos que iniciaron su andadura allá por el siglo XIX para defender los derechos de los trabajadores frente a los patrones de la época, han ido "evolucionando", pero, seguramente, no al mismo ritmo que la sociedad a la que representan les exige en el día a día.
  
Carlos Taibo. Profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma de Madrid

El autor analiza en Diagonal el espacio, en vías de extinción, que ocupan los sindicatos mayoritarios y apunta las vías de superación del modelo que representan. 
Rebecca Gumbrell-McCormick. Catedrático sociología de las relaciones laborales
Richard Hyman. Catedrático sociología de las relaciones laborales 

Desde hace varias décadas los sindicatos europeos -por mucho tiempo entre los más fuertes del mundo- están a la defensiva. Bajó el número de afiliados, en algunos casos de forma drástica, y se ha reducido su capacidad de negociación colectiva, al igual que su influencia en los gobiernos y, en algunos países, el respeto popular. El movimiento sindical de Europa occidental llegó a su máxima expresión socioeconómica hace cincuenta años, en el contexto de la producción industrial en gran escala ("fordismo") y el perfeccionamiento del estado de bienestar keynesiano: algunos empleadores de punta se convirtieron en "campeones de la nación" y no cabía duda de que los gobiernos nacionales se encargarían de definir la política social y económica; parecía obvio el papel fundamental de los sindicatos en esta relación triangular. 

Antonio Martín-Artiles. Catedrático sociología de las relaciones laborales

La actual crisis de los sindicatos tiene una larga trayectoria gestada durante los últimos treinta años. Las raíces son profundas y no se limitan estrictamente a los sindicatos como forma de representación colectiva. La raíz de la crisis es estructural, lo que significa que durante los últimos treinta años se ha venido transformando la base sobre la cual se ha edificado el sindicalismo. Como son el modelo de organización empresarial; el tránsito del empleo industrial a los servicios; el status de protección jurídica del empleo y las sucesivas reformas de la estructura de la negociación colectiva. A pesar de estas transformaciones, el sindicalismo todavía cuenta hoy con un importante baluarte: el sector público como locomotora para la defensa de los bienes colectivos. A estas cinco dimensiones le dedicamos atención a continuación.

Henar Álvarez Cuestao. Profesora Titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social Universidad de León

Resulta ya un lugar común considerar en crisis a las instituciones vertebrales que conforman el Estado social y  democrático de Derecho. Entre ellas, también puestas en cuestión, las organizaciones obreras asumen un imprescindible papel en la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que les son propios, junto a las asociaciones empresariales, de acuerdo con el artículo 7 de la Constitución Española; asimismo, el legislador constitucional considera fundamental el derecho a la libertad sindical, que comprende el derecho a fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección, así como el derecho de los sindicatos a formar confederaciones y a fundar organizaciones sindicales internacionales o afiliarse a las mismas (art. 28.1 CE), desarrollado por la Ley Orgánica de Libertad Sindical.
 

Javier Castro. Periodista

"Entre todas las ideas idiotas y perversas que los obreros aceptan de esa clase que vive de su miseria, el patriotismo es la peor": Industrial Workers of de World (IWW), sindicato norteamericano en los años 20.

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