Cuando se habla de sequía, aunque existen una gran cantidad de definiciones, vamos a quedarnos con aquélla que afirma que es una disminución temporal de agua, por falta de precipitaciones. Estas pueden producirse en cualquier estación y lugar del mundo, tanto en zonas en las que llueve poco, como en aquéllas que no tienen déficit hídrico estructural.
La predicción de las sequías a largo plazo no siempre suelen ser fáciles, según explican los expertos. En España, aunque está bastante dotada para hacer frente a una sequía, hay aspectos que se deberían mejorar, sin lugar a dudas. Las aéreas urbanas, la mayoría de ellas disponen de recursos para hacer frente a una sequía, pero el problema está, según algunos científico en las zonas de campo donde los cultivos de secano serían los primeros en sufrir sus efectos y los de regadío en general también.
En algunas zonas de España, la gravedad y la frecuencia de las sequías derivan irremediablemente a la escasez del agua, así como la sobreexplotación de los recursos hídricos agravan en gran medida las consecuencias de las mismas
España se encuentra en la zona templada del planeta y bajo la influencia de dos corrientes de aire: una masa de aire frio y húmedo procedente del Atlántico y una masa de aire caliente y seco proveniente de África, así como las cordilleras y la distancia del mar, hace que se puedan distinguir diferencias climáticas y de vegetación.