Las sequías, y más sus consecuencias, son conocidas desde la antigüedad. A pesar de ello aún falta conocimiento para mitigar sus consecuencias, en especial en zonas de bajo recursos económicos. Mejorar esta situación es responsabilidad de todos, y como parte de ello, los conocimientos científicos son una herramienta indispensable. El presente texto describe los principales aspectos de las sequías, qué se requiere para manejar los efectos negativos y que hace la UNESCO para contribuir a ello.
Se considera que una sequía ocurre cuando la precipitación disminuye en una región específica por debajo de lo normal por un periodo largo (más de 15 días a años) y que resulta en la falta sensible de agua en ríos, lagos y acuíferos, o bien, afectando a los usuarios del agua, incluidos los ecosistemas. Para muchos resulta sorpresivo saber que existen diversas definiciones de las sequías. Ello se debe a que han sido estudiadas por diversas disciplinas y a que afectan a diferentes sectores. Existen sequías meteorológicas (menor precipitación) y agrícolas (menor humedad en el suelo) y los efectos que se observan son meteorológicos, agrícolas, hidrológicos y socioeconómicos. De hecho, la sequía, no es sólo la falta absoluta de agua sino también la carencia de una disponibilidad confiable. Muchas actividades simplemente no pueden operar si no cuentan continuamente con agua, por ejemplo, las ciudades o las industrias. Las sequías son causadas no sólo por la falta de lluvia, sino también por la variación en su temporalidad (no hay agua cuando se requiere), por temperaturas más altas que favorecen la pérdida de agua por evaporación, o bien, el desbalance entre la disponibilidad y la demanda de agua.
Las consecuencias más comunes de la sequía incluyen la menor producción agrícola y ganadera, en particular en zonas de temporal, la menor productividad económica, la falta de agua para la comunidades rurales o urbanas, daños en los ecosistemas, conflictos sociales, y en condiciones extremas, malnutrición, hambrunas, deshidratación, migración y aridez. Las sequías tienen efectos en muchos sectores como es el de la producción de energía eléctrica en donde se requiere agua para el enfriamiento del proceso y en la navegación.