Un auténtico paradigma de la estrategia neoliberal de convertir en privada una empresa pública bien gestionada y con beneficios, sin ninguna argumentación real más que el criterio político e ideológico. O, lo que es igual, la otra cara de la moneda de la socialización de pérdidas que permitió pasar al Estado -léase INI, hoy SEPI- un amplio número de compañías privadas en quiebra y a las que, en algunos casos, como el de la mineras que se integraron en HUNOSA, resultaba totalmente imposible volver a poner en rentabilidad. Una cuestión que, desde la misma creación de la empresa pública minera, en 1967, se ha venido utilizando torticeramente para argumentar la ineficiencia del sector público...
Significativamente, el Canal de Isabel II es la empresa pública española de mayor antigüedad. Tiene nada menos que 154 años. Fue creada en 1858, por el impulso del entonces ministro de Fomento, el extremeño Juan Bravo Murillo, que acometió el proyecto de la traída de aguas del Lozoya, unas aguas de especial calidad, desde el origen de su cuenca, en la Sierra Norte madrileña, hasta la capital del Estado. Desde entonces, permaneció adscrita a este ministerio, desde donde fue gestionada con una discreta eficacia, hasta 1984.
Fue dirigido por un equipo de Ingenieros de Caminos altamente especializado
Pero, enese año, como consecuencia del proceso de transferencias de competencias de la Administración Central a las autonómicas, pasó a depender de la Comunidad de Madrid, y fue dirigida por un equipo de Ingenieros de Caminos altamente especializado que desarrollóen "el Canal" el "Plan Integral del Agua en Madrid"(PIAM); un plan, diseñado por "recursos hidraúlicos" de la Diputación provincial y tan ambicioso como bien concebido, que convirtió al Canal de Isabel II en la primera compañía española que realizó el ciclo integral del agua. Desde su misma captación hasta la depuración de las aguas residuales.Al mismo tiempo, el Canal fortaleció su estructura, absorviendo a otras pequeñas empresas de abastecimiento, propietarias de algunos embalses, e introduciendo sofisticados modelos de gestión en todas sus operaciones.
Hoy, el Canal de Isabel II es una de las más importantes empresas de abastecimiento de aguas de todo el mundo. Cuenta con 14 embalses, una capacidad máxima de almacenamiento de 946 millones de m3, de los que el 45% pertenece al de El Atazar, a los que vierten las aguas de siete ríos, dispone de 77 instalaciones de captación de aguas subterráneas, 22 grandes depósitos y otros 240 de menor tamaño, 18 estaciones de elevación y una red de distribución de más de 14.500 kilómetros. Este trabado trabajo de ingeniería y obra civil, permite al Canal de Isabel II, abastecer, en condiciones de seguridad de suministro y de calidad de agua, a una población total de 6 millones de habitantes. Con una plantilla de 2.260 empleados, en 2009 sus ingresos se situaron en 743 millones de euros, con un resultado de explotación de 130 millones, que, después de impuestos, supusieron 98.5 de beneficios.
