domingo, 28 de abril de 2024
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Redacción

Eugenio Calabuig y el duque de Nóos

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Jaume Reixach.- Aunque Castellón es un territorio pequeño, con poco más de 600.000 habitantes, concentra un puñado de empresarios y políticos que dan mucho jugo.

El "cacique" Carlos Fabra, el hombre más afortunado de España en el juego de la lotería, es quizás su exponente público más notorio. La larga ristra de acusaciones penales que penden sobre su cabeza y los enormes desaguisados de su gestión (como el archifamoso aeropuerto sin aviones y con escultura conmemorativa) le han obligado, finalmente, a abandonar su emblemática presidencia de la Diputación, recibida en herencia familiar.

Fue José María Aznar, en sus años de presidente del Gobierno, quien puso Castellón "en el mapa", al convertir Oropesa en su lugar de veraneo familiar, atrayendo a esta zona de la costa levantina a toda su corte de aduladores y oportunistas admiradores. De Castellón es el actual presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra (sin parentesco con el "padrino" de las gafas ahumadas), Ximo Puig (nuevo líder de los socialistas valencianos) y, aunque residente en Madrid, la ínclita diputada Andrea Fabra ("¡Que se jodan!"). También de Castellón son los hermanos Roig (Mercadona), Jesús Ger (Marina d'Or), Luis Batalla (Lubasa), Manuel Colonques (Porcelanosa)... y Eugenio Calabuig, presidente de la empresa Fomento Urbano de Castelló y de Aguas de Valencia SA.

Eugenio Calabuig ha sido un "fiel comodín", instrumentalizado por la "mafia del PP"

Como Carlos Fabra, Eugenio Calabuig también afronta un duro proceso judicial. En su caso, derivado de los sucios negocios que mantenía con la cúpula de Bancaja y de su filial Banco de Valencia. Además, está inmerso en el sumario abierto por las peculiares actividades empresariales de Iñaki Urdangarín.

De lo investigado hasta ahora por la policía y los jueces, Eugenio Calabuig ha sido un "fiel comodín" totalmente instrumentalizado por la "mafia del PP" que en los últimos años ha parasitado las principales instituciones de la Comunidad Valenciana y que ha quedado al descubierto tras el estallido del "caso Gürtel". A cambio de hacerse con el control y la presidencia de Aguas de Valencia SA (AVSA), la familia Calabuig se ha prestado a todo tipo de enjuagues y mejunjes, convirtiéndose en una suerte de "banco paralelo", tanto de la Generalitat valenciana, como del PP, como de Bancaja-Banco de Valencia.

Recordemos que en 2007 se selló el "pacto de valencianidad" para mantener el control accionarial de la compañía AVSA. Para ello se creó la sociedad Inversiones Financieras Agval (Agval), constituída por el Banco de Valencia y destacados empresarios de la zona, como los Calabuig (a través de Fomento Urbano de Castelló), Luis Batalla (Lubasa) y Vicente Boluda (Grupo Boluda y efímero presidente del Real Madrid). Tras diversas compraventas, financiadas por el Banco de Valencia, Enrique Calabuig pasó a ser el accionista mayoritario (conel 76'3%) de Agval, que detenta a su vez el 60'58% del capital de AVSA.

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