
Redacción
De los 82 millones de personas que integran la población de Alemania, aproximadamente el 8%, unas 6.600.000 tienen alguna discapacidad. Entre ellas, casi dos millones requieren cuidados de larga duración. Un 74% disponen de ofertas específicas y además pueden recurrir a las ayudas de los municipios. Aunque tiende a incrementarse el número de personas que viven solas, en Alemania el 62% de las personas dependientes son cuidadas por sus familiares, dos tercios de los cuales son mujeres.
Actualmente, las políticas sociales que conciernen los cuidados de larga duración siguen reflejando el principio de subsidiariedad, recogido en el sistema alemán de Seguridad Social. Esto implica que tanto el gobierno federal como otros niveles de la Administración deben asumir la responsabilidad del bienestar de los individuos tan sólo cuando la familia es incapaz de prestar los servicios que se requieren. Cosa que ha determinado que el papel del Estado en esta materia ha estado limitad. Hasta mediados de los 90, el sistema de sanidad cubría el coste de los profesionales que atendían a personas dependientes en sus domicilios. Hasta 1995 no existía un régimen general de protección que cubriera las necesidades de las personas dependientes de larga duración. Tan sólo existían beneficios derivados del marco básico y obligatorio de Seguridad Social por accidente en el trabajo o enfermedad laboral.
Así, la Seguridad Social alemana estableció así una quinta rama en sus prestaciones para dar cobertura a las personas que necesitan atención de larga duración, con las mismas bases financieras. Por motivos administrativos éstas se han integrado en el marco administrativo e institucional del sistema básico y obligatorio de cobertura sanitaria. Esta decisión hace que ni los individuos ni las familias de las personas dependientes tengan que pagar los costes de los cuidados de larga duración, estando cubiertos por fondos del seguro para cuidados de larga duración financiados por la Seguridad Social hasta una cantidad máxima.
Aunque fueron planteadas y discutidas otras soluciones al problema de la dependencia de larga duración fueron planteadas y discutidas, en Alemania se descartó la vía del mercado y también de la creación de un sistema universalista financiado por el Estado y se acabó optando finalmente por un sistema de aseguramiento social. Este modelo funciona de modo que en el seno del marco de atención para pacientes de larga duración el cuidado o atención abarca todo lo que se refiera a la ayuda en las tareas diarias básicas que, por tanto implican que el beneficiario es dependiente del cuidado del otro, ya sea por una enfermedad física, por una enfermedad mental, por una discapacidad física o debido a la avanzada edad.