El concepto de dependencia engloba una variedad importante de acepciones y significados, sobre los que no existe un consenso que delimite claramente su contenido.
La dependencia se puede analizar desde múltiples perspectivas teniendo diferentes significados según el contexto en que se utiliza:
? Dependencia física: la persona no puede valerse por sí misma
? Dependencia psicológica: la persona no dispone de autonomía emocional para el desarrollo de su vida
? Dependencia económica: la persona no dispone de la suficiente capacidad económica para cubrir sus necesidades
? Dependencia intelectual, cultural, jurídica...
Así, es dependiente la persona que no es completamente capaz de cuidarse a sí misma, de mantener una calidad de vida, de acuerdo con sus preferencias, con el mayor grado de independencia, autonomía, participación, satisfacción personal y dignidad personal posible. Todos somos susceptibles de estar en esta situación en algún momento de nuestra vida. Las personas dependientes pueden ser jóvenes o mayores, discapacitados, con una enfermedad crónica o temporal... Dependiendo de la necesidad de apoyo que requiere una persona, la dependencia puede ser leve, moderada o severa.
? Dependencia moderada, cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria, al menos una vez al día
? Dependencia severa, cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria dos o tres veces al día, pero no requiere la presencia permanente de un cuidador
? Gran dependencia, cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria varias veces al día y, por su pérdida total de autonomía mental o física, necesita la presencia indispensable y continua de otra persona