Estamos en un mundo en el que brotan sufrimientos, injusticias y violencias injustificadas, y en el que mientras se instrumentaliza la naturaleza hasta hacerla perecer, al mismo tiempo se relativiza la dignidad humana como un mero engranaje económico.
Aunque en nuestro entorno parece haber desaparecido el "imaginario de crisis" y sus consecuencias sociales, y ya no ocupan los titulares de prensa la situación social de las familias, la desigualdad, o la falta de vivienda, la actividad diaria de Cáritas nos muestra, sin embargo, cómo seguimos perdiendo la batalla contra la pobreza y la exclusión, y cómo la realidad social sigue mostrando fragilidades inmensas, debilidades en la protección de las familias, desigualdades hirientes e injusticias patentes. Así lo constata que el número de personas atendidas durante el último año en nuestra red confederal -2.179.000 en España- siga siendo altísimo, aunque apunte hacia una ligera estabilización.
Practica la justicia. Deja tu huella
Las personas empobrecidas siguen necesitando que, como sociedad, pongamos todas nuestras energías en practicar la justicia para dejar una huella de solidaridad e igualdad, como propone el lema de nuestra Campaña Institucional 2015-16. De ahí nuestras reciente Propuestas ante las elecciones generales, planteadas con el objetivo de contribuir a que las políticas públicas pongan en el centro a las personas excluidas.