Lo esencial de la política energética de la UE reposa hoy en la liberalización del mercado interior de la energía, en base al paquete energía-clima de 2014, así como de las medidas destinada a asegurar el aprovisionamiento del continente europeo.
Tras el objetivo de una integración total de los mercados nacionales de la energía, la legislación europea (paquetes de energía I, II, III y IV) impone la apertura progresiva de los mercados de la electricidad y del gas a todos los productores de energía. La liberalización del mercado tiene como objetivo asegurar la entrega de los mejores productos y servicios a los consumidores y a las empresas, a precios abordables, así como una seguridad en el aprovisionamiento.
En consecuencia, todos los grandes consumidores de energía (profesionales, empresas y colectividades locales) son libres de escoger su operador de electricidad y gas desde el 1 de julio de 2004 (directivas de 1996 y 1998). Desde el 1 de julio de 2007, los particulares también pueden escoger su proveedor en un mercado competencial (directivas de 2003). Reglamentos comunes permiten igualmente proteger mejor a los consumidores (derecho a cambiar de proveedor rápidamente y sin coste, generalización de los contadores inteligentes, transparencia en las condiciones contractuales, gestión de las reclamaciones, protección de os consumidores vulnerables?). Una agencia de cooperación de las reguladores de le energía europea (ACRE) está encargada de la armonización de las reglas de utilización de las redes y de los mercados, desde el 3 de marzo de 2011.
La Comisión Europea deplora, sin embargo, que numerosas reglas nacionales, como la fijación del precio del gas y de la electricidad por los gobiernos o el acceso de hecho privilegiado de ciertos actores a las redes, limitan todavía el desarrollo de empresas de energía más allá de sus fronteras. La Unión, en consecuencia, trata de mejorar las reglas de la competencia y de sancionar las situaciones de monopolio, y también de armonizar los mercados nacionales y las reglas de funcionamiento de las redes y facilitar las inversiones transfronterizas de las infraestructuras energéticas.
Reducir el consumo
Conforme al paquete energía-clima de 2014, La Unión Europea trata de reducir su consumo de energía, principalmente mejorando la eficacia energética.
