Coeditado por Seuil y La Repúblique des Idées, acaba de publicarse en Francia, un esclarecedor trabajo de Gabriel Zuckman (*) sobre la evasión fiscal a través de los paraísos fiscales. Publicamos aquí una entrevista con el autor.
La Vie des Idées: Ud. ha venido desarrollado un importante trabajo sobre lo que denomina "La riqueza menguante de las naciones"; es decir, el patrimonio de los particulares que no aparece en las estadísticas nacionales y mundiales, porque se esconde en los paraísos fiscales ¿En tal sentido, podría darnos algunos datos sobre las dimensiones del fenómeno, como su montante, principales poseedores de esta riqueza o el perfil de los paraísos fiscales?.
Gabriel Zucman: Del estudio que hemos realizado se deduce que en el año 2008 el patrimonio financiero de los particulares de todo el mundo -depósitos bancarios, acciones, fondos de inversión y seguros- ascendía a 75 billones de dólares. De ellos el 8%, unos 6 billones, se encuentran en paraísos fiscales.
Generalmente, nos imaginamos que tener una cuenta en Suiza, es disponer de dinero dormido en una caja fuerte o en una cuenta corriente. Pero, en realidad, los ricos no se van a Suiza a colocar millones en cuentas que rinden un 1% anual. Con esas cuentas suizas llevan a cabo sofisticadas inversiones. La mayoría de las fortunas offshore son invertidas en títulos financieros: acciones, fondos de inversiones, obligaciones? Entre estos títulos, juegan un papel preponderante los fondos. Cosa que no tiene nada de sorprendente, porque invertir en unos fondos que, a su vez, se invierten en obligaciones americanas, acciones brasileñas, etc. ofrece bastante más que acumular liquidez en una cuenta corriente.
En cualquier caso, resulta más difícil saber a quién pertenecen las fortunas en los paraísos fiscales que conocer su montante total offshore y su composición. De hecho, solamente es posible disponer de datos fiables sobre Suiza. Los bancos suizos gestionan alrededor de un tercio de las fortunas offshore; aproximadamente 2 billones de dólares en 2008. Cosa que hace de Suiza el paraíso fiscal más importante en la gestión de fortunas transfronterizas.
El 60% de estos 2 billones pertenecen a europeos, en particular italianos, alemanes, franceses, españoles, portugueses y griegos. En segundo lugar, aparecen los países del Golfo, cuyas familias ricas, desde los años 70, se han convertido en los clientes más importantes de los bancos suizos y londinenses. Lo que no deja de resultar asombroso dado el débil desarrollo del sistema financiero en esos países.
Contrariamente a una visión ampliamente extendida, las fortunas de los dictadores africanos o de los oligarcas rusos no constituyen más que una pequeña parte de las que gestionan los bancos suizos. Lo esencial del dinero en Suiza pertenece todavía a los europeos y en general a los residentes en países ricos, a excepción de Japón. Parece, en cualquier caso, que la parte de los emergentes crece y que la de los europeos y americanos declina.
No se sabe que es lo que hay en otros paraísos fiscales. Algunos informes realizados en base a entrevistas a gestores de entidades ubicadas en esos lugares dejan entrever que la mayoría de las fortunas gestionadas en paraísos fiscales europeos (Suiza, Luxemburgo, Jersey, Guernsey, Liechtenstein?) pertenece a europeos, la del Caribe (Islas Caimán, Bahamas, Bermudas, etc.) a americanos del norte y del sur y lo esencial de las gestionadas en Singapur y Hong Kong a asiáticos. Pero solo existen datos creíbles sobre Suiza.