Cuidar el planeta tierra para que este siga existiendo en las mejores condiciones posibles es obligación de todos, pero quienes más responsabilidades tienen sobre el mismo son los gobiernos que permiten determinadas prácticas industriales nada "beneficiosas" que hacen de la contaminación una amenaza cada vez más visible y que está afectado de una manera muy negativa en el cambio climático de nuestro maltrecho habitat, cada día menos verde y cada vez más gris e irrespirable.
Muchas son las voces que claman por la situación actual en la que malvivimos, pero esto no es nuevo ni ajeno a la acción del hombre que, sin lugar a dudas, es el mayor depredador que tiene la naturaleza...
El afán de conseguir dinero fácil y rápido, unido a la falta de escrúpulos de una parte de la sociedad de consumo hace que, cada día que pasa, la situación sea más insostenible y la destrucción esté a la vuelta de la esquina sino se pone remedio inmediatamente.
Los mandatarios mundiales son conscientes de la situación, pero hay demasiados intereses en juego como para adoptar medidas drásticas para cortar en seco las prácticas pocos éticas y menos sanas que se siguen aplicando.