Entrevista Javier Barraycoa, doctor en filosofía, sociólogo, politólogo y escritor, por Carmen P. Flores.
Javier Barraycoa , doctor en filosofía, sociólogo, politólogo escritor que no se corta ni un pelo a la hora de hablar y escribir para descubrir lo que hay detrás del nacionalismo y los impulsores del mismo en Cataluña. También habla del papel que están jugando los medios públicos en el “relato” y el servilismo de estos al desafío.
Sr Barraycoa ¿En Catalunya, los medios de comunicación públicos son independientes?
Posiblemente Cataluña sea la Comunidad Autónoma con los medios menos independientes del poder político. Hay teóricos mecanismos de control, pero la connivencia con la ideología dominante es total. De hecho, podríamos hablar de una total retroalimentación.
¿Los medios públicos son realmente públicos u obedecen a los partidos que gobiernan?
En Cataluña, todos los partidos que han gobernado desde la transición, aunque fuera a modo de pactos o tripartitos, siempre han tenido un componente nacionalista. De hecho, incluso en los casos de gobierno del PSC el complejo ante el pujolismo les obligaba a hacer un discurso nacionalista, aunque sus bases no lo fueran. En ese sentido hablamos de retroalimentación. Los mecanismos de elección de los responsables de los medios de comunicación públicos es parte de una partitocracia, y depende de los partidos gobernantes. Pero estos a su vez se someten a la ideología dominante. Los medios se auto-representan como esos garantes.
¿Quién hace más adoctrinamiento político, los medios públicos autonómicos o los estatales?
Todo adoctrinamiento depende de un “relato” sobre el que asentarse. Los nacionalismos autonómicos son mucho más potentes que un “nacionalismo” español. El adoctrinamiento puede ser respecto a ideología de derechas e izquierdas y respecto a la identidad. El nacionalismo ha construido un relato identitario, por eso puede adoctrinar con mucha más intensidad. Mientras que los valores dederecha/izquierda cada vez están más difuminados, la necesidad de relatos identitarios están cada vez más necesitados en una sociedad posmoderna. De eso se aprovecha el nacionalismo.
¿Cree que TV3 y Catalunya Radio han contribuido al crecimiento del independentismo?
El independentismo tiene dos grandes mecanismos de adoctrinamiento e ingeniería social. Por un lado, el sistema educativo en sus manos y, por otro, los medios públicos de comunicación y una inmensa red de medios (especialmente digitales) que subvenciona la Generalitat. Es una red inmensa de casi 600 medios digitales en Cataluña. Todos al servicio de una ideología dominante.
¿Sirven de altavoces?
No son meros altavoces, ni siquiera consolidadores de estereotipos. Son mucho más potentes. Crean las estructuras mentales necesarias para que las directrices políticas del poder político puedan ser asumidas como propias y conectar con los ámbitos más profundos incluso de los sentimientos. El relato no es escuchado, es “vivido”.
¿Son plurales?
Son monolíticos. Como mucho, los medios independentistas más radicales y de izquierdas, acomplejan a los nacionalistas más conservadores para que asuman sus hojas de ruta. Es la única pluralidad que se puede detectar.
¿Por qué contratan tantas productoras externas?
Son vasos comunicantes entre los medios públicos y lo que ellos llaman la “sociedad civil”. Se crean unas confusas puertas giratorias que mantienen a los medios dependiendo de empresas y empresas dependiendo de los medios. Si alguna vez hubiera un gobierno no nacionalista en la Generalitat no encontraría ni productores ni sus medios serían capaces de realizar programas de calidad. Los mejores programas de TV3, lo que tienen mayor audiencia, por ejemplo, son los externalizados. Es también una forma de clientelismo. Pagar a productoras implica que todas sus producciones, incluso para sectores privados, tendrán un marchamo nacionalista.
¿Qué papel está jugando los profesionales y los sindicatos de estos medios?
Los profesionales sólo hablan en privado, pues saben que tienen puestos de trabajo privilegiados. Los sindicatos nunca se han movido por razones de defensa de independencia profesional o reivindicando pluralidad. Sólo se han levantado cuando se han amenazado a los medios públicos con recortes económicos.
¿Los partidos políticos hacen algo para contrarrestar esto?
Los partidos políticos son parte del sistema. Si no se tiene la gobernabilidad de la Generalitat, las protestas en el Parlament tienen el mismo valor que un tuiteo de protesta. El modelo de medios públicos en Cataluña es perverso, fruto del pujolismo que no sólo gobernaban la Generalitat, sino que creó un “sistema” de control social. Los medios, incluso los partidos son parte de ese sistema y todos juegan en él. Sólo con una mayoría social no adoctrinada y un giro político espectacular, se podría acabar con esta dinámica.
¿Es objetivo el Consell Audiovisual CAC?
El CAC viene a ser como el senado español, un cementerio de elefantes. Atiende a unos pocos asuntos y elabora su informe anual. Como la representación en el CAC es proporcional a la de los grupos parlamentarios, entonces siempre la mayoría de miembros del CAC pertenecen al partido gobernante. El círculo está cerrado y la disidencia prohibida.
¿Qué se debe hacer para volver a la pluralidad en los medios públicos?
Hay modelos de independencia de los medios públicos, como la BBC inglesa. En estos momentos, el nacionalismo sólo haría caso -y a medias- a directrices europeas que establecieran un sistema de independencia y pluralidad. Si ello lo intentara hacer el Estado español sería visto como una injerencia inadmisible. El gobierno central o Europa deberían, en primer lugar, establecer una ratio de gasto por habitante para los medios públicos. Eso evitaría estructuras mastodónticas como los medios de Comunicación pública catalanes.
