Entrevista a Ramón Tamames. Catedrático de estructura económica
Carmen P. Flores.- A preguntas de TEJ responde el economista Ramón Tamames que las privatizaciones acometidas por los gobiernos de Felipe González y José María Aznar fueron positivas. Es partidario de una Sanidad y una Educación públicas, en algunos casos con participación privada, y considera que la "crisis de nunca acabar" se superará con el esfuerzo de todos.
¿A que le suena aquello de "privatiza que algo queda"?
Me suena a tiempos de Felipe González y José María Aznar, cuando se privatizaron tantas empresas públicas, para cumplir los mandatos de Maastricht y amortizar deuda pública. Creo que fue una buena operación: se ingresó mucho dinero para el erario, y las empresas independizadas del Estado ganaron en fuerza con gran expansión.
¿En este país se ha privatizado bien y cuando se debía?
Ahora la cosa es distinta, porque ya quedan pocas sociedades estatales para privatizar, la más importante Aena, cuya operación está en curso en estos días. Me parece bien que sólo se privatice el 49 por 100, y que Aena siga siendo una empresa de carácter público que coordina el casi medio centenar de aeropuertos que tiene España.
¿Es cierto que las privatizaciones de los años 80 eran beneficiosas para salir al exterior, y las más recientes no tanto?
Las empresas privatizadas en los años 1980-2000, ya lo dije antes, lo fueron con muy buen sentido. Lo cual se debió también a la Comisión de Privatizaciones que han presidido personas como Luis Gámir y Juan Ramón Cuadrado-Roura. Lo que no se va a privatizar seguramente nunca, es Paradores de Turismo, y Renfe; y me parece bien que sigan en el sector público formando parte cada vez más de la Marca España por su calidad creciente, si bien es cierto que en ambos casos se necesita de más dinamismo.
Tiremos de manual ¿Cómo ha de hacerse una privatización para que ésta sea realmente útil para la sociedad?
De tirar de manual, nada, porque nos llevaría decenas de páginas. Sobre la forma de privatizar y demás, conecten con la Comisión de Privatizaciones a la que antes me he referido.
¿Hasta dónde debe llegar la gestión pública y donde deben imponerse los intereses privados?
El Estado debe ser el timonel, pero los que remen -en una regata estilo Oxford/Cambridge, o de nuestras traineras del Norte-, deben ser las empresas donde el riesgo y los beneficios los asumen los grandes emprendedores. La competencia hará que velen por sus clientes, por encima de cualquier otra regulación.
