Jaume Reixach. Periodista
Catalunya arrastra una desgracia: la pésima solvencia y competencia profesional del Gobierno que preside Artur Mas, que ha conducido la Generalitat a la ruina. La deuda de la administración catalana, a pesar de los salvajes recortes en servicios sociales que ha perpetrado en los últimos cuatro años, ha llegado a su límite histórico, 65.179 millones de euros, y la "bola" no para de crecer.
Como "jefe de máquinas" de las finanzas públicas de la Generalitat está un laureado académico, el profesor Andreu Mas-Colell. Su extenso "currículum" le sitúa, desde la década de los setenta, en las prestigiosas universidades norteamericanas de Minnesota, Berkeley y Harvard. Pero sus críticos -que son legión en el mundillo de las aulas- apuntan un dato clave: su especialidad es la microeconomía, siendo muy conocido el libro "MicroeconomicTheory", del que es coautor.
Colección de fracasos
De dar clases de teoría microeconómica en una Universidad a la realidad cotidiana de la gestión de las finanzas públicas de una administración media un abismo. Y Andreu Mas-Colell ha sido incapaz de franquearlo. Después de cuatro años en el cargo, su trayectoria al frente de la consejería de Economía y Conocimiento de la Generalitat es, simple y llanamente, un completo fracaso.
Las iniciativas que ha adoptado se cuentan por chascos: el cierre abrupto de la compañía aérea Spanair, la "espantada" de Enrique Bañuelos en el proyecto insignia BCN World, el "pinchazo" de las loterías autonómicas y, singularmente, de La Grossa, concebida para hacer la competencia al Gordo de Navidad, etc. Su "brillante" aportación a la gestión económica de la Generalitat es de manual del "buen neoliberal": recorte de las partidas sociales, hachazo al poder adquisitivo de los funcionarios, morosidad insoportable a los proveedores y venta de las "joyas de la abuela". Eso sí, recurriendo a mansalva a los créditos blandos que proporciona el denostado Gobierno español a través del mecanismo del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).