Lledó Barberá Fernández. Periodista
Aylan Kurdi, el niño hallado ahogado en la turística playa turca de Ali Hoca Burnu, que se convirtió en el símbolo del drama de los refugiados y conmocionó a todo el mundo, fue también el punto de inflexión para que la empresa catalana de socorristas, Pro-Activa Serveis Aquàtics, decidiera poner su granito de arena y ayudar a los refugiados que llegan cada día a la isla griega de Lesbos.
A principios de septiembre, Óscar Camps y Gerard Canals viajaron allí por primera vez para estudiar la logística del lugar y hacer la labor de reconocimiento necesaria para conocer cómo se coordinaba la ayuda, dónde podrían ubicarse y en qué costas eran más necesarios para su labor. Pero el flujo de embarcaciones y la necesidad de ayuda eran tan grandes que a la media hora de estar allí ya estaban dentro del agua rescatando a las personas que llegaban en las diferentes embarcaciones.
Vieron que había mucho trabajo, sobre todo, para lo que ellos saben hacer mejor que nadie: acoger a la gente que llegaba en los barcos y que caían al mar y no podían llegar a la costa. Desde entonces, cubren entre 15 y 17 kilómetros de la costa norte de la isla y ayudan a una media de 20 o 25 embarcaciones diarias, lo que supone un flujo de entre 1.000 a 1.500 personas.
¿Cómo se coordina el trabajo en la isla?
Óscar Camps: Las organizaciones pequeñas que hay allí están coordinadas de una forma curiosamente casual, no ha habido una coordinación general porque son entidades pequeñas de varios países y cada una ha escogido el campo de actividad que quedaba libre y donde mejor podía ayudar.
Oriol Canals: Sí, hemos ido cubriendo necesidades que veíamos que faltaban. Hay organizaciones que tienen médicos, otras enfermeros, otras personas que ayudan con mantas, ropa seca y alimentos. Nosotros rápidamente vimos que encajábamos allí donde nadie hacia nada: dentro del agua, en los primeros metros de la línea de mar y en la recepción de las embarcaciones intentando que se haga de la manera más segura posible.
Al final, todos vamos encajando y vamos encontrando un agujero allí donde vemos que hay una necesidad. Ahora todo el mundo ya sabe dónde están médicos, dónde los socorristas, dónde los dos campamentos, dónde hay mantas y quién tiene furgonetas si se ha de trasladar a algún refugiado. Es decir, poco a poco cada uno hemos ido encontrando nuestro lugar.
¿Cuál es el protocolo que deben seguir los refugiados al llegar a Lesbos?
Gerard Canals: Lo primero que tienen que hacer es llegar al campo de refugiados, que será desde allí desde donde gestionen toda la documentación. Ahora bien, cómo llegan hasta allí es el problema, pero para eso están todas las organizaciones, para hacerles el camino más fácil.