No hay ningún problema en el mundo más importante que el cambio climático. En su última obra, Noami Klein trata de demostrar que luchar contra el calentamiento del planeta implica salir del capitalismo ¿Cómo?
"This Changes Everything" ("this" es el calentamiento climático) explora los modos en que podremos escaparnos de las catástrofes las devastaciones que acompañarán el aumento de la temperatura en el mundo. No es un libro académico ni de una recopilación de datos científicos sobre el cambio climático. Noami Klein no trata de convencer al lector sobre la realidad del problema. La autora es una periodista y militante canadiense cuyo primer libro, "No logo", vendió un millón de ejemplares y que ha participado en el lanzamiento del movimiento por la justicia global. "La estrategia del shock", su segundo libro, fue igualmente un bestseller mundial. "This Changes Everything" defiende la tesis de que la sostenibilidad ecológica no es compatible con el capitalismo y que el cambio climático y sus amenazas gravísimas son una oportunidad para desembarazarse de él, porque a largo plazo habrá que escoger entre capitalismo y supervivencia de la especie. "This Changes Everything" es una intervención en el debate público por una profesional en los movimientos sociales y una ideóloga de primer nivel de la izquierda de siglo XXI.
Capitalismo contra clima
Para Noami Klein nada ilustra mejor el vínculo entre capitalismo y calentamiento climático que el derecho de comercio internacional y la Organización Mundial de Comercio (OMC), los principales emisores de gases de efecto invernadero libran los unos contra los otros una guerra jurídica para anular las subvenciones a las energías renovables de otro países. Toda política orientada a favorecer los circuitos cortos es asimilable al proteccionismo y, en conciencia, susceptible de recursos ante la OMC, donde los jueces toman decisiones cruciales para el futuro del planeta con el único referente de los acuerdos firmados por los Estados. En la cumbre de Río de 1992, se acordó que las medidas contra el calentamiento climático no podrían servir como una "restricción encubierta" al comercio internacional. La organización de la libre circulación de capitales permite a los capitalistas recorrer el mundo a la búsqueda de la mano de obra más barata y donde las normas medioambientales son en general inexistentes. Como dice Naomi Klein, el trabajo a bajo costo y la energía sucia forman un "paquete". "Luchar contra el calentamiento requiere salir del capitalismo".
This Changes Everything recoge lo que no funcionará en la lucha contra el calentamiento. Nada se puede esperar de las grandes ONG medioambientales como Nature Conservancy o Environmental Defense Fund, que en su mayoría están corrompidas por las multinacionales. Nada tampoco se puede esperar de los millonarios filantrópicos, a los cuales dedica un capítulo. Nada que esperar, asimismo, de los pequeños gestos cotidianos. Y sobre todo, nada que esperar de los mercados de emisiones, cuyos perversos efectos son manifiestos. En la India toda una industria se dedica a la fabricación de contaminantes para destruirlos a continuación y embolsarse así las subvenciones medioambientales. Poco cabe esperar tampoco de la "geoengineering" (que preconizan Bruno Latour o Stephen Hawking), que consiste no en reducir las emisiones sino en intervenir sobre los efectos del calentamiento climático, con prácticas como el secuestro del carbono o la dispersión del azufre en la atmósfera para hacer bajar la temperatura. Una solución preconizada por los autores de Freakonomics. La geoingeniería prevé un potencial inagotable de efectos adversos y sólo puede ser el último recurso de un planeta a la deriva. "Mejor harían los humanos en cambiar radicalmente de modo de vida".
