Javier Melgarejo Draper. Licenciado en Psicología (UAB); y doctor en Pedagogía (URLL), con la tesis "El Sistema Educativo Finlandés: la formación del profesorado de educación primaria y secundaria"
Los resultados de los alumnos finlandeses son excelentes en todas las evaluaciones internacionales realizadas en los últimos 20 años. Tanto la OCDE, con los informes PISA como la IEA certifican que los resultados en competencia lectora, científica y matemática es excelente. En dichas pruebas de calidad el porcentaje de alumnos de bajo nivel es muy pequeño, y la mitad de los alumnos tienen niveles notables o excelentes en todas dichas pruebas. Por otra parte en todos estos estudios siempre y persistentemente los alumnos españoles tienen resultados mediocres. Destaca que el nivel de fracaso escolar es muy bajo en Finlandia, cercano al 5%. Siendo esto así, ¿qué variables pueden explicar el excelente nivel de competencias educativas de los alumnos finlandeses?
En Finlandia hay un consenso social muy alto de que el bien más importante son las personas. Por ello el estado prioriza invertir en educación y en formación, y no tanto en crear infraestructuras o bienes inmuebles. Finlandia quiere liderar una sociedad del conocimiento desde un modelo de estado del bienestar. Para conseguirlo, su sistema educativo debe basarse a la vez en la excelencia y la equidad. Finlandia sufrió una grave crisis económica en 1991 con un aumento del paro que pasó del 4% al 17 % en 1995 tras el colapso de la URSS. El estado y la población emprendieron una política de promoción de la formación permanente al demostrarse que los trabajadores con falta de formación no se reincorporaban al mercado del trabajo. Hacia el año 2001, nueve años después del inicio de la grave crisis económica, los finlandeses ya eran los líderes mundiales en participación de los adultos en formación continua, dedicando más del doble del tiempo que la media de los otros países de la OCDE.